Una historia de terror basada en hechos reales

Conforme pasa el tiempo las especies de plantas y animales han tenido que ir evolucionando, con el fin de adaptarse a los diferentes ecosistemas a los que son sometidos sin alternativa y misericordia. La adquisición de nuevas características les otorga tolerancia a los cambios negativos haciéndolas capaces de sobrevivir, pero aquellas que no lo hacen en la actualidad se encuentran extintas. 

La mayoría de los cambios en el medio ambiente se da por la acción humana, el no solo crea el medio ambiente artificial, sino que explota, modifica y utiliza los recursos del medio ambiente natural para su supervivencia y bienestar. Muchas de la acciones del hombre traen daños irreversibles como producto de la contaminación, destrucción del medio, la urbanización, el uso desmedido de recursos naturales y la industrialización.


La contaminación ambiental es la presencia de agentes químicos, físicos o biológicos en el ambiente los cuales pueden tener un efecto nocivo en la salud y la seguridad de los seres vivos. El impacto del ser humano sobre el ambiente comenzó a aumentar y a ser más nocivo a medida que la población comenzó a crecer y aumentar su tecnología.
El nudo de esta historia de terror comienza en la segunda mitad del siglo XVIII a partir de la Revolución Industrial, en esta época fue mayor la explotación de recursos minerales y fósiles. A si mismo el equilibrio del sistema ambiental se perdió y con esto a muchos seres vivos les resulto imposible adaptarse a cambios tan grandes llegando a su extinción.
La contaminación del medio ambiente causada por el ser humano puede tener diversos orígenes y tener un impacto muy grande en el Planeta:
  • Destrucción de los bosques: Producida por la tala excesiva de arboles esenciales para la supervivencia de los seres vivos, causada en su mayoría de veces por la urbanización, la industrialización, la ganadería y la agricultura.
  • Contaminación del agua: Producida principalmente por los desechos industriales y domésticos desechados en ríos y mares
  • Explotación de los recursos naturales: Las actividades de la mega minería, que incluyen la extracción de petróleo, generan desechos, poniendo en riesgo a los ecosistemas.
  • Contaminación del aire: La industria y los automóviles liberan gases que atribuyen el calentamiento global.
  • Disminución de la biodiversidad: El impacto que genera la contaminación y explotación de los recursos, genera un desequilibrio en los ecosistemas, que lleva a la extinción de las especies que no logran adaptarse a los cambios del medio.
  • Contaminación del suelo: El uso de pesticidas y los residuos plásticos, nucleares y no biodegradables producen una degradación de los suelos.

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